Tiempo litúrgico que sirve para preparar la celebración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, y para reflexionar que toda la humanidad estamos esperando la segunda venida de nuestro Salvador. El color característico de este tiempo es el morado, el cual se utiliza en los ornamentos.
Es tiempo de aprender a orar personalmente, en familia y con la comunidad.
De corregir nuestros comportamientos dañinos y egoístas, de reconocer la presencia de Jesús en medio de la Iglesia, de dirigir nuestro corazón a María para aprender de ella a esperar.
El Adviento es estar atentos al Señor que viene.
No es simplemente un momento del año litúrgico. ¡Es un tiempo de esperanza! "¡Estar despiertos y vigilantes!" Es un mirar a Jesús que vino para enseñarnos a vivir humana y divinamente.Cada uino sabe cuales son sus "excesos". Ya es hora de "despertarnos" de nuestra apatía, nuestra indolencia, y es preciso luchar con más decisión y arrancar de raíz todo aquello que puede desagradar al Señor.
Este es el desafío de quienes "pretendemos" preparar el camino del Señor:
"Cambiar el corazón, cambiar nuestra mentalidad"
Esta actitud se llama, en el lenguaje religioso:
CONVERSiÓN